Complejo endorreico de Chiclana
Este espacio se ubica en el sistema endorreico más meridional de la Península Ibérica, en el cuadrante noroccidental de la provincia de Cádiz. En este ámbito se incluyen algunos de los ecosistemas palustres de mayor interés ecológico y medioambiental que existen en el ámbito regional del Bajo Guadalquivir y Guadalete, entre ellos, el complejo endorreico de Chiclana.
El Complejo Endorreico de Chiclana se encuentra entre los términos municipales de Chiclana de la Frontera y Medina Sidonia, y tiene una superficie de 782,27 ha. Su localización cercana a otras zonas húmedas declaradas ZEPA, como el Espacio Natural de Doñana y el Parque Natural Bahía de Cádiz, así como su proximidad al continente africano, le confiere un importante valor como punto estratégico para las rutas migratorias de aves acuáticas, contribuyendo de forma indirecta al mantenimiento de las poblaciones de dichas especies en otros lugares y favoreciendo el desarrollo de los objetivos de la Red Ecológica Europea Natura 2000 al contar con un elevado potencial para favorecer la conectividad ecológica de las ZEPA presentes en las zonas circundantes.
Los terrenos de campiña en los que se localiza este espacio se caracterizan por una fuerte vocación agrícola determinada por sus características climatológicas, edafológicas y topográficas. Éste es el motivo por el que en la actualidad, el uso agrícola es el más extendido, ocupando el 74,5% de la superficie total de este espacio protegido, aunque es importante señalar que se localiza casi en su totalidad en las Zonas Periféricas de Protección. Le siguen el uso como pastizal 15,2%.
En los terrenos dedicados a agricultura, los cultivos herbáceos son los más extendidos. Destacan los de secano de trigo y girasol y en menor medida de leguminosas, mientras que los de regadío son minoritarios, fundamentalmente de remolacha. Los cultivos herbáceos aparecen ocasionalmente salpicados de vegetación natural con acebuches y lentiscos. El pastizal es extensivo, aprovechado fundamentalmente por ganado bovino y más secundariamente por el equino.
El matorral denso y el disperso arbolado son los más frecuentes apareciendo asociados a acebuchales, lentiscares, coscojares y también coníferas. En menor extensión aparece el matorral denso y el matorral disperso con pastizal formado principalmente de tomillares y palmitales.
El pastizal arbolado con frondosas junto con el pastizal con claros son los más abundantes y están constituidos fundamentalmente por vegetación nitrófila, acebuchales adehesados y cardales.
El pastoreo constituye un aprovechamiento secundario en estos espacios naturales. Las zonas de mayor presión ganadera se localizan en la cuenca vertiente de la laguna de Jeli, con ganado vacuno y bravo.
El aprovechamiento cinegético se desarrolla en los 4 cotos privados de caza menor que se incluyen parcialmente dentro de las Zonas Periféricas de Protección. La caza menor es bastante popular dado que en estas tierras se concentran algunos de los mejores cotos de caza menor de la provincia. Las principales especies cinegéticas son el conejo, la liebre, la perdiz, la codorniz y la tórtola.
En la actualidad no existe ninguna explotación de recursos mineros activa que afecte directamente al ámbito geográfico del espacio.
Fuente: Valores ambientales de los Espacios Protegidos. Red Natura 2000. Complejo endorreico de Chiclana. Junta de Andalucía.
Fuente: Tito Pérez Cortés, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=48666344