Historia y Patrimonio
HISTORIA |
PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL |
|
Los Alcornocales se trata de un lugar de paso y asentamiento de culturas desde la más remota Antigüedad, esta comarca conserva una gran riqueza arqueológica. Procedentes del norte de África llegaron los primeros pobladores, recolectores en sus inicios y que posteriormente evolucionaron para dar paso a los adelantos del Neolítico y a la Cultura Megalítica. Por ello la comarca es especialmente prolífica en abrigos pictóricos, que la sitúan a la cabeza del arte esquemático occidental de finales del Neolítico, con las valiosas pinturas rupestres del Tajo de las Figuras (Benalup-Casas Viejas), cueva visitable. Destacan las representaciones de aves, cuadrúpedos y antropomorfos. Más tarde serán fenicios y cartagineses quienes vendrán a comerciar con los aborígenes, fundando colonias como las de Asido (Medina Sidonia) o Lascuta (Alcalá de los Gazules). Tras la caída del Imperio Romano, los visigodos se instalan en toda la Península dejando también sus huellas aquí en forma de vestigios decorativos o de ermitas como la de los Mártires, en Medina Sidonia, la más antigua de Andalucía. La larga dominación islámica marcaría profundamente la cultura y la idiosincrasia de esta comarca. La herencia andalusí es constatable simplemente paseando por las villas y admirando su estructura urbana, las tortuosas y laberínticas calles, las fachadas encaladas, sus patios y arcos... Además, toda una serie de fortalezas y recintos amurallados como los de Medina Sidonia o Alcalá de los Gazules, se diseminan por el territorio, sumando a las musulmanas aquellas otras construidas por los cristianos para defender la tierra reconquistada. Entre los siglos XIV y XVI florece la arquitectura gótica y mudéjar, plasmándose en las bellas iglesias que jalonan la comarca, junto a los conventos edificados por las órdenes religiosas que deciden asentarse en la zona. Con el triunfo del Barroco, proliferan los templos y capillas con suntuoso mobiliario y ricos tesoros sacros y los magníficos palacios y casas señoriales. El Neoclasicismo y todas las tendencias artísticas posteriores también harán acto de presencia en la comarca.
|
Es conocido con el nombre de “selva virgen europea”. Los inmensos y milenarios alcornoques que dan nombre al Parque han sido también un medio de vida para sus habitantes, que se han dedicado desde antiguo a la extracción del corcho (cada nueve o diez años). Es un lugar obligado de paso para las aves que migran hacia África y por lo tanto, ideal para que los ornitólogos puedan presenciar estos interesantes flujos migratorios. Constituye un enclave de reconocida importancia internacional para la avifauna acuática (malvasía, focha cornuda, cerceta pardilla). Los museos y salas de exposiciones presentes en la comarca permiten al visitante acercarse a historia y tradiciones de cada uno de sus municipios, un claro ejemplo es el Museo Municipal de Medina Sidonia. El flamenco ocupa un lugar privilegiado, hasta el punto de tener cantes y bailes propios como el chacarrá en Benalup-Casas Viejas. Paterna de Rivera es la cuna del cante por peteneras y celebra anualmente el Festival Nacional del Cante por Peteneras. El caballo también es un elemento tradicional en la comarca. Hay afamadas ganaderías y para mantener una tradición de siglos, se llevan a cabo los Campeonatos de Doma Vaquera en Paterna de Rivera, con competiciones a nivel nacional e internacional. Este soberbio animal es protagonista también de sus romerías y ferias. La artesanía une a la variedad de las materias primas que utiliza, una esmerada elaboración en la producción. Materiales como el mimbre, la palma, el esparto, la caña y la anea, son utilizados para elaborar rústicos objetos. Los municipios de San José del Valle, Paterna de Rivera, Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules y Benalup-Casas Viejas, forman parte de lo que se ha venido a llamar la Ruta del Toro, por el gran número de ganaderías de reses bravas que se ubican en sus términos municipales. Es el Parque Natural de los Alcornocales un bello entorno de espesos bosques de alcornoques y encinas que acoge un buen número de ganaderías. Muchas de ellas se han abierto al turismo, permitiendo su visita, así como la contemplación de las faenas del cuidado de este animal, como la de los herraderos que los marcan. Pero además, muchos de estos pueblos mantienen tradiciones de gran arraigo en las que el toro bravo es el protagonista, como los encierros que se celebran en fechas muy señaladas. Este es el caso del toro del Aleluya de Paterna de Rivera – fiesta que se celebra el Domingo de Resurrección- ; y los toros enmaromados de Alcalá de los Gazules por San Jorge.
|